Alberto Fernández analiza cómo seguirá la cuarentena obligatoria, pero no descarta que continúe hasta el domingo 3 de mayo. Teme que la suspensión anticipada pueda causar una catástrofe idéntica a la tragedia mortal de España, Italia, Francia y New York. Y no quiere correr riesgos.
Por lo pronto el presidente Fernández confirmó ayer que el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio seguirá hasta después de Pascuas y por lo menos hasta el 23 de abril. "Caminamos un trecho, pero todavía no llegamos a la meta", dijo y felicitó a la sociedad argentina por el cumplimiento.
Evalúa prorrogar la cuarentena hasta mayo y no atenuar su flexibilización productiva, pese a la presión constante de la Confederación General del Trabajo (CGT), la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y la Unión Industrial Argentina (UIA).
En un diálogo que tuvo con el canal C5N, el mandatario afirmó que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires deben "prepararse a seguir" en las mismas condiciones; mientras que para el resto del país, aseveró, se trabaja en "focalizar" en determinadas actividades para que éstas puedan comenzar a realizarse debido a que "el movimiento de gente es menor" en esos distritos.
"Como sociedad estamos haciendo las cosas bien, estamos siendo cuidados y estamos cuidando a los otros", enfatizó mientras dialogaba con un técnico del Instituto Malbrán para felicitar a esa entidad por haber descubierto el genoma del coronavirus COVID-19 en Argentina.
"Hemos caminado un trecho y no hemos llegado a la meta. Estamos muy lejos de la meta", manifestó Fernández, y decidió apoyar su argumento mediante un ejemplo.
"Esta es la misma percepción que tiene uno cuando está engripado y viene el médico y le da un antibiótico. Al rato uno empieza a sentirse bien, al rato le baja la fiebre y al día siguiente se levanta, se siente espléndido y dice "ya está, ya pasó la gripe" y sale, y vuelve con la recaída".
De esta manera, expresó que parece que la sociedad se encuentra mejor, pero aún no está curada e insistió: "El lunes seguiremos dándonos ánimos, viendo cómo la sobrellevamos".
Hasta ahora tiene el apoyo cerrado de todos los gobernadores y los intendentes del conurbano bonaerense. Entiende las consecuencias económicas que causa la cuarentena obligatoria, pero ya se pronunció a favor de la salud pública frente a las sugerencias de la CGT, la UIA y la CAC.
Desde esta perspectiva, el jefe de Estado no hará excepciones con las provincias sin contagios -Catamarca, Chubut y Formosa-, y sólo ablandará la cuarentena si tiene el aval de la comunidad científica. Esa flexibilización podrá ocurrir en el interior del país, y será sumamente restringida en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires.
Alberto Fernández privilegiará la mirada académica al momento de fijar los términos y la duración de la cuarentena.
Tras hacer énfasis en su sensación de apoyo en localidades y entidades que recorre, fue consultado sobre la relación con los integrantes de los cuadros políticos opositores y subrayó lo que vivenció tras la videoconferencia con gobernadores en la Residencia de Olivos el pasado martes: "Están todos codo a codo a la par de uno peleando, poniendo toda la garra para sacar esto adelante".
"Es la mejor Argentina, donde dejamos de lado las miserias y hacemos predominar las fortalezas", resaltó luego de nombrar a los funcionarios opositores al frente de diversas ciudades: Horacio Rodríguez Larreta, Jorge Macri, Diego Valenzuela, Gustavo Posse y Guillermo Montenegro.
"Quisiera que los intendentes me ayuden a ver en los negocios de cercanía cómo están los precios, pero también me voy a concentrar a que el Gobierno Nacional se concentre en los distribuidores y en las grandes empresas. Vamos a hacer inflexibles", adelantó.
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